Si eres de las personas que no desayunan, es hora de cambiar este hábito.
Para empezar bien el día deberemos proporcionar a nuestro cuerpo la energía necesaria para reactivar el organismo después de un periodo de ayuno prolongado.
Si no quieres pasarte la mañana arrastrando tu cuerpo, de mal humor y sin poder concentrarte a causa de la falta de glucosa, será necesario tomar un buen desayuno.
El organismo necesita alimentarse cada cuatro o cinco horas para mantener su capacidad de trabajo y después de un ayuno de siete u ocho horas es necesario proporcionarle una inyección de energía.
Las personas que no desayunan suelen comer en exceso durante la tarde y en la cena, por lo que tendremos que invertir el orden de las comidas si pretendemos llevar una dieta saludable.
La mejor forma de empezar bien el día es tomando un vaso de agua, una ducha tonificante y un buen desayuno.
Hay tantas opciones como personas, una macedonia de frutas con un puñadito de frutos secos y un yogur, una fruta acompañada de una tostada de pan con aceite, huevos revueltos… Evita la monotonía, no te acomodes a tomar todos los días lo mismo, así proporcionarás a tu cuerpo todos los nutrientes necesarios y a tu mente una ración de optimismo.